¡Bienvenidos a mi rincón de experiencias!

Este es un lugar donde guardo las cosas curiosas que encuentro mientras paso de un lado a otro por el acelerado mundo donde vivimos.

Normalmente, lo más seguro es que sean curiosidades de arquitectura (lo siento, es deformación profesional) y que sean de Málaga, pues soy de ahí, pero recorreré todos mis gustos y os hablaré de los lugares en los que esté.

No soy un crítico ni mucho menos, sólo se trata de pasar, ver, y opinar.

Y para que todos opinemos, os voy a pedir una cosa. Bajo las entradas habrá tres opciones para que podáis elegir: "Pastiche" para lo que no os guste, "Demás" para lo no esté ni bien ni mal y "Original" si os ha gustado.

Por lo demás, ¡disfrutad!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Hasta pronto, Chile!

Ya pues, me toca despedirme de toda esta experiencia que he tenido la suerte de vivir. Entre el día de hoy y mañana vuelvo a mi tierra con mi gente.

En la maleta me llevo muchas cosas (sí muuuuuuuchas cosas y espero que no me este esperando ninguna más por el camino..), y muchos recuerdos y momentos inolvidables.

Aunque yo hoy ya salga de Chile, no quiere decir que me olvide de todo esto y no termine de contaros que tal han ido las cosas este tiempo. Sé que tengo mucho que publicar y en cuanto me asiente ya tranquilo en Málaga otra vez.

Ya desde aquí, despedirme de mis chilenos y de toda la gente que se ha portado tan bien conmigo en mi estancia en este país.

Un abrazo muy fuerte a todos, y espero que nos podamos volver a ver algún día.

¡¡Hasta Luego!!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

De viaje!!

Sé que tengo mucho que actualizar y todo eso, pero...

Me queda una semana en Chile!! y voy a aprovecharla.

Cuando ya vuelva y esté más tranquilo os contaré que tal me ha ido estos últimos días que  he estado con talleres y cosas así

Saludos a todos!!

Nos vemos!!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Paquete sorpresa!! ^^


¡¡Mirad lo que ha llegado hasta aquí!! ^^

 

Me lo envió una personita desde muy lejos para todos ^^ ¡Y cada cual tenía su sorpresa!. Y no era ni para Mónica ni para mí, era para todos :-D


Fue un momento muy bonito mientras todos abríamos los paquetitos.




Creo que ha sido uno de los mejores momentos de todo el viaje y las cositas nos encantaron ^^


  
Si es que te tengo que querer, princesita.

¡Muchos abrazos!

viernes, 2 de diciembre de 2011

El día después del ELEA


Como no habíamos tenido suficiente construcción en toda la semana, “La Jefa” y unos pocos más nos quedamos para seguir avanzando en la sede.

Una vez subida la última de las cerchas, nos repartimos y unos nos quedamos en el suelo avanzando con el revestimiento y otros encaramados al tejado amarrando la estructura.


Eso sí, la comida de la buena, empanadas fritas de marisco con un buen pebre.


Al final colocamos las primeras tablas del soporte de la cubierta, casi sin luz.




Acabamos rendidos, y claro, la chorrillana que nos pedimos para cenar quedo como tenía que quedar, limpita.


Que buena que estaba… y más aún con el hambre que teníamos…

jueves, 1 de diciembre de 2011

Experiencia ELEA (VII)


Último día del encuentro, y posiblemente el más movido de todos.

Nos levantamos temprano, cuando antes de conectarse la radio, para poder terminar de preparar las cosas para esa jornada.

Lo curioso fue que, aunque se pedía una cuota para ir, ya que íbamos a despedirnos con una cena especial, se llenaron dos autobuses hasta los topes y hubo gente que se quedó fuera, y protestando porque no podía ir…


 En la sede continuamos colocando cerramiento y cerchas, pero con tanta gente había demasiadas manos y muy pocos martillos, literalmente. Ocurrían cosas raras, como cables que se quedaban pillados por las tablas del cerramiento y cosas así.




Pero aun así avanzamos, así que nos merecimos la cena mapuche que nos prepararon.


Y visitamos una ruca.



Buena despedida del taller, y del ELEA en general, aunque algunos nos quedaríamos unos días más.

Experiencia ELEA (VI)


Jueves Elea.

La sede avanzaba.

Empezamos a colocar las cerchas del tejado y el acabado exterior.



Hubo momentos curiosos, como clavos que se retorcían sin querer clavarse, yo mismo martilleando desde soportes inestables…



Pero tampoco hubo mucho que contar.

Eso sí, preparamos lo que sería la despedida, el día siguiente.