¡Bienvenidos a mi rincón de experiencias!

Este es un lugar donde guardo las cosas curiosas que encuentro mientras paso de un lado a otro por el acelerado mundo donde vivimos.

Normalmente, lo más seguro es que sean curiosidades de arquitectura (lo siento, es deformación profesional) y que sean de Málaga, pues soy de ahí, pero recorreré todos mis gustos y os hablaré de los lugares en los que esté.

No soy un crítico ni mucho menos, sólo se trata de pasar, ver, y opinar.

Y para que todos opinemos, os voy a pedir una cosa. Bajo las entradas habrá tres opciones para que podáis elegir: "Pastiche" para lo que no os guste, "Demás" para lo no esté ni bien ni mal y "Original" si os ha gustado.

Por lo demás, ¡disfrutad!

martes, 3 de abril de 2012

Kapadokya!!


¡¡Hola a todos!!

Ya sé que llevo un tiempo sin pasarme por aquí, pero como todo, cuando tenía tiempo no tenía material y cuando conseguí material empezaron los exámenes xD

Pues lo dicho, el fin de semana pasado (el anterior, no este) me fui de viaje a la Kapadokya, aquí en Turquía. Me lo pasé genial de cueva en cueva, disfrutando de este paraíso de la arquitectura rupestre, y es verdad lo que dicen: el paisaje es precioso.

Salimos de Izmir el viernes noche, para darnos una paliza en autobús (unas 12 horas hasta el destino…) y como no, para que no se note que somos Erasmus… había que montar la fiesta en el bus. Además la cosa de que no te ponga problemas para beber en el bus hace que la gente de descoque del todo.

Ahí llegó el primer problema… sólo se podían meter CDs en la radio, nada de “cosas modernas raras”, pero eso no paró a la gente, menos cuando se es joven y con imaginación xDD. El resultado:

Móvil + micro del bus = "tocadiscos" estrella del viaje.

Así entre canción y cabezada, a la mañana siguiente llegamos por fin a nuestro destino.

La primera parada turística fue en el Valle de Ihlara, cañón de unos 16 km de longitud y entre 100 y 150 metros de profundidad surcado por el río Melendiz. Por su tranquilidad y dificultad de acceso, durante mucho tiempo fue refugio de colonias cristianas que excavaron la roca y construyeron casas e iglesias, decoradas con pinturas.

Vista del valle.

Coloridas pinturas de una de las iglesias.

El acceso a una de las iglesias, excavado en la roca.

Interior de una iglesia semiderruida.
Se puede ver que tiene dos niveles: el espacio de culto arriba, y la cripta debajo.

Después visitamos la ciudad subterránea de Kaymaklı. Uno se puede imaginar recorriéndola cómo se viviría en un hormiguero… A mí me resultó muy interesante, tenían de todo ahí abajo, casas, almacenes, iglesias, pozos de ventilación, lagares… Se dice que podía albergar a varios cientos de personas durante unos seis meses sin tener que salir a la superficie por provisiones.

Habitación de la ciudad subterránea.

Otra habitación, con su tunel de acceso y su puerta (la roca circular de arriba).

Continuamos recorriendo la zona en nuestro autobús, parando a la entrada de Ortahisar para disfrutar del paisaje, antes de pasarnos por el castillo de esa ciudad.

La ciudad de Ortahisar, con su castillo.

Viviendas-cueva muy llamativas.

Un arbol lleno de Nazar Boncuk.

El castillo desde más cerca.

Vistas desde el castillo.

Vistas desde el castillo.
Algunas de las viviendas de roca aun están habitadas.


Y ese día no nos dio tiempo a ver mucho más, porque teníamos cena reservada y se hacía tarde, así que nos fuimos para el hotel.

La cena fue una comida con espectáculo, totalmente para turistas, entretenida y curiosa. Eso sí, probé el rakı, bebia alcohólica turca por excelencia, con un sabor bastante anisado. Se toma combinado con agua, y así es como toma ese color blanquecino característico.

Una botella de Rakı.

¡Salud!

A la mañana siguiente tocaba despertarse temprano para el gran evento del viaje: ¡El paseo en globo! Nuestro guía-organizador nos había conseguido un precio muy razonable (una tercera parte de lo que normalmente cuesta, más o menos) así que no podía desperdiciar la oportunidad.

Pero por desgracia, la cámara no opinaba lo mismo, y se quedó sin batería al poco de subirme al aparato… :(

¡¡Nuestro transporte!!

Lo que me dio tiempo a sacar desde el globo...
De verdad, el viaje no tuvo desperdicio, es precioso todo aquello.

Así que esa es la parte del viaje que puedo contaros. Ese día, aparte del paseo en globo, visitamos el Museo al aire libre de Göreme, donde quedé impresionado por la calidad de conservación de los frescos; la ciudad de Avanos, por la que pasa el Kızıl ırmak, (Rio Rojo) el río más largo de Turquía, y fuente de la mayor riqueza de la ciudad, su cerámica. También visitamos más cuevas y “Chimeneas de Hadas” antes de ponernos en camino de vuelta otra vez para Izmir.

Moraleja del viaje: “El cargador a todos lados, por muy poco tiempo que sea”. Y lo voy a poner en práctica ya, ¡¡porque mañana me marcho a Istambul!!

PD: La "culpa" de que la Kapadokya sea lo que es la tienen estas cosas:

Un volcán de la zona.

Toda la región es volcánica, si, así que debido a la diferente resistencia de los materiales expulsados, se crean las fantásticas formas de este lugar único.