Hasta pronto, Chile!

Ya pues, me toca despedirme de toda esta experiencia que he tenido la suerte de vivir. Entre el día de hoy y mañana vuelvo a mi tierra con mi gente.

En la maleta me llevo muchas cosas (sí muuuuuuuchas cosas y espero que no me este esperando ninguna más por el camino..), y muchos recuerdos y momentos inolvidables.

Aunque yo hoy ya salga de Chile, no quiere decir que me olvide de todo esto y no termine de contaros que tal han ido las cosas este tiempo. Sé que tengo mucho que publicar y en cuanto me asiente ya tranquilo en Málaga otra vez.

Ya desde aquí, despedirme de mis chilenos y de toda la gente que se ha portado tan bien conmigo en mi estancia en este país.

Un abrazo muy fuerte a todos, y espero que nos podamos volver a ver algún día.

¡¡Hasta Luego!!

De viaje!!

Sé que tengo mucho que actualizar y todo eso, pero...

Me queda una semana en Chile!! y voy a aprovecharla.

Cuando ya vuelva y esté más tranquilo os contaré que tal me ha ido estos últimos días que  he estado con talleres y cosas así

Saludos a todos!!

Nos vemos!!

Paquete sorpresa!! ^^

¡¡Mirad lo que ha llegado hasta aquí!! ^^

 

Me lo envió una personita desde muy lejos para todos ^^ ¡Y cada cual tenía su sorpresa!. Y no era ni para Mónica ni para mí, era para todos :-D

Fue un momento muy bonito mientras todos abríamos los paquetitos.

Creo que ha sido uno de los mejores momentos de todo el viaje y las cositas nos encantaron ^^

  

Si es que te tengo que querer, princesita.

¡Muchos abrazos!

El día después del ELEA

Como no habíamos tenido suficiente construcción en toda la semana, “La Jefa” y unos pocos más nos quedamos para seguir avanzando en la sede.

Una vez subida la última de las cerchas, nos repartimos y unos nos quedamos en el suelo avanzando con el revestimiento y otros encaramados al tejado amarrando la estructura.

Eso sí, la comida de la buena, empanadas fritas de marisco con un buen pebre.

Al final colocamos las primeras tablas del soporte de la cubierta, casi sin luz.

Acabamos rendidos, y claro, la chorrillana que nos pedimos para cenar quedo como tenía que quedar, limpita.

Que buena que estaba… y más aún con el hambre que teníamos…

Experiencia ELEA (VII)

Último día del encuentro, y posiblemente el más movido de todos.

Nos levantamos temprano, cuando antes de conectarse la radio, para poder terminar de preparar las cosas para esa jornada.

Lo curioso fue que, aunque se pedía una cuota para ir, ya que íbamos a despedirnos con una cena especial, se llenaron dos autobuses hasta los topes y hubo gente que se quedó fuera, y protestando porque no podía ir…

 En la sede continuamos colocando cerramiento y cerchas, pero con tanta gente había demasiadas manos y muy pocos martillos, literalmente. Ocurrían cosas raras, como cables que se quedaban pillados por las tablas del cerramiento y cosas así.

Pero aun así avanzamos, así que nos merecimos la cena mapuche que nos prepararon.

Y visitamos una ruca.

Buena despedida del taller, y del ELEA en general, aunque algunos nos quedaríamos unos días más.

Experiencia ELEA (VI)

Jueves Elea.

La sede avanzaba.

Empezamos a colocar las cerchas del tejado y el acabado exterior.

Hubo momentos curiosos, como clavos que se retorcían sin querer clavarse, yo mismo martilleando desde soportes inestables…

Pero tampoco hubo mucho que contar.

Eso sí, preparamos lo que sería la despedida, el día siguiente.

Experiencia ELEA (V)

Míercoles ya en el ELEA, qué rápido pasa el tiempo.

Mi segundo día en Puerto Saavedra, levantando tabiques y conociendo a los que seríamos los “ayudantes” de la Jefa, en sucesivos días.

El día pasó rápido entre corte y corte de madera, poniendo diagonales y fijando los primeros tabiques en su sitio, construyendo las cerchas de la cubierta, y para terminar, un ratito a la playa, a la falta del cerro Maule a comernos unas empanaditas de marisco.

De noche… fiesta paraguaya y su “Pelota Tatá”

Las fotos hablan por sí solas, y sí el juego consiste en patear bolas de trapo en llamas. Se descarga mucha adrenalina, la verdad.

Y después de un poco de fuego, y un poco de baile, al saco, que el día siguiente había que hacer muchas cosas otra vez.

Un saludo!

Experiencia ELEA (IV)

Martes, primero del resto de los días, pero que bien me lo pasé.

Ese fue el primer día que fui a Puerto Saavedra a ayudar a construir una sede social.

Pero antes del trabajo, subimos al cerro Maule a conocer a Estrenan Uñumchel, el Hombre Pájaro, quien nos contó algunas cosas sobre los mapuches y sus costumbres, danzas rituales, mitología… y también leyenda negra.

En las fotos del cerro se ve hasta donde llegó la ola del tsunami que siguió al terremoto de 1960. Para que os hagáis una idea, imaginaos enfrente de un edificio de 8 plantas e pensar que avanza hacia vosotros.

Después del almuerzo disfrutando de las vistas nos dirigimos a la sede a empezar a levantar lo que el grupo del día anterior había dibujado.

Así que nos tiramos la tarde montando tabiques, hasta que llegó la hora de irnos, que llegó pronto.

Esa noche era la celebración de los XX años del ELEA, con fiesta de disfraces y todo eso, pero no voy a subir ninguna foto… no sé porque…

Ese fue el día que más tarde me acosté, y eso que no había sido mi intención. La fiesta estaba tan bien que no nos dimos cuenta ninguno de la hora que era.

Hasta luego!

Ahora sí termino...

Ahora sí termino de explicaros que tal me ha ido este último mes, de verdad de la buena.

Aunque tendría que estar de fiesta porque… ¡¡Por fin me funciona el ordenador bien otra vez!!

Es que a principios de mes se me ocurrió actualizar Windows, y claro, como todos sabemos, las actualizaciones de esto no son para que el ordenador vaya mejor, sino para que te tengas que comprar la siguiente versión más rápido, así que me dejó de funcionar... (Se supone que es broma, pero tengo mis dudas...)

Primero iba a trompicones y luego ya no iba ni para atrás, así que esperando los discos de recuperación que me los dejé en Málaga (no es que me los dejase, es que no sabía que me iban a hacer falta) le instale Ubuntu, pero claro, la situación era algo ajustadilla porque estamos en mitad del curso, tenía una entrega que menos mal que éramos tres en el grupo y yo solo tenía que dedicarme a escribir textos, pero también me salió un trabajillo de diseño en 3d... y me mandaron un archivo 3d en dwg (y muy pocas o ninguna posibilidad de que me lo pasasen en otro formato) que por más que miraba en foros y foros, no encontraba cosa que me lo abriese para trabajarlo en el Ubuntu…

Y nada, al reinstalarle Windows no me reconocía las tarjetas de red, y la gráfica me la trataba como si no existiese casi, y estuve bien liado buscando los controladores… saltando de un sistema operativo a otro…

Pero hoy ya he terminado de instalar los programas, así que estoy de celebración.

¿Y qué mejor manera que publicando un rato?

¡Ahora nos vemos!

Experiencia ELEA (III)

Lunes... mal día.

Aunque me levanté temprano y todo eso, hubo no se qué lío con los autobuses y no pude ir a la actividad que quería por la mañana... así que nos fuimos a desayunar a la ciudad y a conocer un poco.

Y por la tarde... más de lo mismo, porque otra vez el problema de los autobuses y no pudimos irnos de excursión.

Pero nos lo pasamos bien también, y compramos algunas cosas para preparar las bebidas de la noche :-)

Y a disfrutar, que para molestarse no habíamos ido.

Que tres, la española con el español y el mexicano

Hasta luego!

Experiencia ELEA (II)

¡Domingo en el ELEA!

Y eso significó Pucón.

Casi de carambola me apunté al taller que después sería el más demandado, cuyo tema era los estados del agua, y nos llevaron a conocer lugares donde podíamos encontrar el agua en los tres estados:

Sólida:

El volcán Villarica

Líquida:

Los ojos del Caburgua

Y faltó el estado gaseoso por falta de presupuesto.. :-(

Al final, acabamos en el pueblo de Pucón, a la orilla del lago, haciendo un proyecto en 20 minutos acerca de lo que habíamos visto, e incluyendo el agua en ellos.

Esa noche tocaba fiesta de Brasil, pero yo me acosté tempranito, sobre la 1 o así, porque al día siguiente quería madrugar..

Pero eso ya os lo contaré.

¡Hasta luego!