Continuo con esa pequeña excursión a Chiloé que nos dimos
cuando acabamos las clases.
Después de pasar la segunda noche en Ancud, nos
levantamos temprano para irnos a ver los pingüinos. Teníamos que ir a Puñihuil,
y nos habían dicho que los autobuses salían desde el centro de la ciudad
temprano.
Como estábamos un poco lejos del centro al primero que pasó
le pedimos que nos acercase, y además de acercarnos nos indicó donde teníamos
que ir.
Esperando el bus nos encontramos con una pareja que también
iban a las pingüineras, que también nos ayudó y consiguió que nos rebajaran
tanto el autobús (que salió gratis) como el recorrido para ver los pingüinos.
El paisaje era precioso, la verdad, y la tranquilidad más
grande todavía.
Estando en Puñihuil hice lo que tantas ganas tenía: ¡¡me di
un chapuzón en el Pacífico!! ^^
Mi chapuzón
Al rato nos montamos por fin en la barca y nos dieron la
vuelta viendo los pingüinos y demás fauna del lugar. Estuvo interesante el
trayecto ^^, viendo cormoranes, carancas, bastantes pingüinos, alguna nutria
escurridiza… y cochayuyo, mucho cochayuyo.
Una nutria
Un cormorán
Pingüinos de Magallanes
Al agua pingüinos!
Una pareja de carancas (el blanco es el macho y la gris la hembra)
Después nos fuimos caminando de vuelta a Ancud, esperando
tener suerte y poder parar a alguien, y efectivamente, se pararon y nos
llevaron ^^.
No hicimos mucho más. Bueno, vimos una exposición de las
iglesias chilotas patrimonio de la humanidad que estaba interesante, sobre todo
por la explicación constructiva y esas cosas.
Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé
(Antiguo convento de la Inmaculada Concepción)
Pero a media tarde tomamos el autobús e vuelta a casa, que
teníamos que preparar el siguiente viaje…
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